La guerra de Post-it (Post-it war) empezó en unas oficinas francesas en 1980 y llegó a Portugalete de la mano de nuestros vecinos los arquitectos, que dieron color al edificio con unos marcianitos. Nos gustó la idea y aceptamos el reto. Durante el lluvioso Puente de la Inmaculada de 2012, creamos a Homer Simpson con Post-its. Esto llamó mucho la atención.
Simplemente pretendíamos pasárnoslo bien y alegrar la vida de nuestros vecinos y vecinas, poner una nota de color al edificio y dibujar una sonrisa en los rostros de los niños y niñas, mediante una serie que lleva muchos años con nosotros y con la que nos sentimos muy identificados.
Pensábamos que iba a ser algo temporal, pero nos enteramos que comenzaron a llamar a nuestro edificio el edificio de Homer, se convirtió en un referente.
El sol hizo que Homer perdiera sus colores y algunos de los Post-it se fueron cayendo, pero no queríamos quitarlo, así que decidimos rehacerlo y desde entonces continúa con nosotros. Homer es ya parte del equipo de Excelencia.
Aquí os dejamos el making of de cómo lo hicimos. ¡Esperamos que os guste!